miércoles, 13 de marzo de 2013

Stalin sobre el derecho de autodeterminación

Contestación a los camaradas ucranianos en la retaguardia y en el frente

      Desde que comenzaron a agudizarse las relaciones con la Rada ucraniana, vengo recibiendo muchas resoluciones y cartas de camaradas ucranianos a propósito del conflicto con la Rada.
      Considero imposible y superfluo contestar por separado cada resolución y cada carta, puesto que casi siempre se repiten. Por eso he decidido tomar de ellas las cuestiones que más abundan y responderlas con una precisión que no deje lugar a dudas.

      Estas cuestiones son bien conocidas de todos:

      1) ¿Cómo ha surgido el conflicto?

      2) ¿A propósito de qué puntos ha surgido el conflicto?

      3) ¿Qué medidas son necesarias para solventar por vía pacífica el conflicto?

      4) ¿Será posible que se derrame la sangre de pueblos hermanos?

      Después sigue la certidumbre general de que el conflicto entre los dos pueblos entroncados se resolverá pacíficamente, sin efusión de sangre fraterna.
      Ante todo, es necesario señalar cierta confusión en los conceptos de los camaradas ucranianos. A veces presentan el conflicto con la Rada como un conflicto entre los pueblos ucraniano y ruso. Pero eso no es cierto. Entre los pueblos ucraniano y ruso no existen ni pueden existir conflictos. Los pueblos ucraniano y ruso, como los demás pueblos de Rusia, están formados por obreros y campesinos, soldados y marinos. Todos ellos han luchado juntos contra el zarismo y la kerenskiada, contra los terratenientes y los capitalistas, contra la guerra y el imperialismo.
      Todos ellos han vertido juntos la sangre por la tierra y la paz, por la libertad y el socialismo. En la lucha contra los terratenientes y los capitalistas, todos ellos son hermanos y camaradas. En la lucha por sus intereses vitales, no existen ni pueden existir conflictos entre ellos. Por supuesto, a los enemigos de los trabajadores les conviene presentar el conflicto con la Rada como un conflicto entre los pueblos ruso y ucraniano, ya que de esa manera se puede incitar más fácilmente unos contra otros a los obreros y campesinos de estos pueblos hermanos, para satisfacción de sus opresores. Mas, ¿acaso a obreros y campesinos conscientes les cuesta trabajo comprender que lo que favorece a los opresores de los pueblos perjudica a los pueblos?
      El conflicto no ha surgido entre los pueblos de Rusia y de Ucrania, sino entre el Consejo de Comisarios del Pueblo y el Secretariado General de la Rada.
      ¿A propósito de qué cuestiones ha surgido el conflicto?
      Se dice que el conflicto ha surgido en la cuestión del centralismo y de la autodeterminación, que el Consejo de Comisarios del Pueblo impide al pueblo ucraniano tomar en sus manos el Poder y determinar libremente sus destinos.
      ¿Es eso cierto? No, no es cierto. El Consejo de Comisarios del Pueblo trata, precisamente, de que todo el Poder en Ucrania pertenezca al pueblo ucraniano, es decir, a los obreros y soldados, a los campesinos y marinos ucranianos. El Poder Soviético, es decir, el Poder de los obreros y los campesinos, de los soldados y los marinos, sin terratenientes ni capitalistas, esprecisamente el Poder popular por el que lucha el Consejo de Comisarios del Pueblo.
      El Secretariado General no quiere ese Poder, puesto que no desea prescindir de los terratenientes ni de los capitalistas. En esto, y no en el centralismo, reside el verdadero fondo de la cuestión.
      Desde el principio mismo, el Consejo de Comisarios del Pueblo ha sustentado y sigue sustentando el punto de vista de la libre determinación. No tiene nada en contra, incluso de que el pueblo ucraniano se separe y forme un Estado independiente. Así lo ha declarado varias veces con carácter oficial.
      Ahora bien, cuando se confunde la  autodeterminación de un pueblo con la autocracia de Kaledin, cuando el Secretariado General de la Rada intenta presentar las tropelías contrarrevolucionarias de los generales cosacos como una manifestación de la autodeterminación del pueblo, el Consejo de Comisarios del Pueblo no puede por menos de advertir que el Secretariado General juega a la autodeterminación, encubriendo con tal juego su alianza con Kaledin y Rodzianko.
      Somos partidarios de la autodeterminación de los pueblos, pero enemigos de que bajo la bandera de la autodeterminación se pase de contrabando la autocracia de Kaledin, quien todavía ayer abogaba por la estrangulación de Finlandia.

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