domingo, 6 de enero de 2013

''Jruschov... ¿vengó a su hijo fusilado por la URSS?'' (Gudaroko Txoko Gorrian)

Gudaroko Txoko Gorrian


Jruschov...
¿vengó a su hijo fusilado por la URSS?

      Leyendo el libro ¡VE Y LUCHA! Stalin a través de su círculo cercano (Entrevista a Vladimir Fiodorivch Alliluev) (El Viejo Topo, 2012) de Antonio Fernández Ortiz, he encontrado una historia que he considerado bastante desconocida en este mundillo nuestro de 'dinosaurios stalinistas'. Me refiero a la vida de Leonid Nikitich Jruschov (1917-1943), hijo de nuestro célebre revisionista, y la razón de por qué fue ejecutado por el Estado soviético.
      Por todos nosotros es bien conocido como Nikita Jruschov se apoderó de la escena política soviética tras la muerte de Stalin y cómo dio comienzo a la restauración del capitalismo en el país, empezando por la lectura del 'Informe secreto' anticomunista (al XXº Congreso del PCUS), ferviente ataque revisionista a la construcción del socialismo escondido entre líneas críticas con el ''culto a la personalidad'' hacia Stalin, basadas en una serie de calumnias y mentiras que rastreramente inventó a su antojo.
      Está claro la clase de elemento revisionista que era Jruschov, pero su ensañamiento en cuanto a la figura política de Stalin... ¿procedía solamente de sus ansías capitalistas a cumplir o tal vez (o también) por motivos personales?
      Nuestro bien estimado Nikita tuvo un hijo en 1917 (¡había que celebrar la Revolución de Febrero!) que durante los años treinta combinó sus estudios de aviación militar con varios encontronazos con la justicia debido a sus relaciones con criminales de la capital ucraniana de Kiev. El 23 de julio de 1941, poco después de la invasión nazi a la URSS, fue derribado en uno de sus vuelos, por lo que terminó con una pierna gravemente herida. La afición al alcohol con la que hacia más llevadera su larga espera al alta médica en Kuibishev (ciudad rusa actualmente llamada Samara), le llevó a una apuesta por la que terminó disparando en la cabeza a un marinero también ingresado junto a él, ya que seguramente con visión borrosa, le sería difícil acertarle a la botella a la que debía darle sobre su cabeza. Condenado por un tribunal militar a servir en primera línea de combate, al tercer vuelo de su primer día, el 11 de marzo de 1943, desapareció entre las líneas enemigas.
      A manos de los nazis, la 'astilla' del nuestro bien conocido 'palo', ''Por los altavoces llamaba a los soldados soviéticos a rendirse, a entregar las armas, firmaba panfletos y hojas de propaganda, etc.'' (¡Ve y lucha!, El Viejo Topo, 2012).
      El contraespionaje soviético militar dirigido por V. S. Abakumov, SMERSH (abreviatura de Muerte a los espías en ruso), y los partisanos bielorrusos, dada la gravedad de la situación de que el hijo de un destacado dirigente (como lo era el primer secretario del Partido en Ucrania) fuera colaborador del invasor hitleriano, organizó una misión con la que consiguieron entregarlo vivo a los tribunales de Moscú.
      Nada más ser arrebatado a los nazis, Nikita no tardó en suplicar por la vida de su hijo a Stalin, quien le respondió: ''En la presente situación no puedo ayudarle en nada, su hijo debe ser juzgado de acuerdo con las leyes soviéticas''. Tras la condena a muerte por alta traición del joven Leonid, Nikita recurrió esta vez al Buró Político del Partido, donde todos sus miembros votaron por mantener vigente la condena. En la última intervención, Stalin correctamente le dijo a Jruschov: ''En estos momentos hay que ser fuertes y aceptar la decisión de los camaradas. Si ocurre algo parecido con mi hijo, yo, con profunda pena de padre, aceptaré semejante justa sentencia''.
      También, al comienzo de la Gran Guerra Patria, Yakov, uno de los hijos de Stalin, sería arrestado por los nazis, quienes, tras fracasar en el intento de adoctrinarlo, pidieron un intercambio por uno de sus mariscales presos (en concreto, el de Friedrich Paulus). La respuesta de Stalin fue tan contundente como cuando se refirió al hijo de Jruschov: ''No cambiaré un mariscal por un teniente''. El 15 de abril de 1943 , Yakov sería abatido por los nazis al intentar escapar del campo de concentración de Sachsenhausen donde estaba recluido.
      Quien considere inhumana cualquiera de las dos respuestas (las referentes a Leonid Jruschov y Yakov Dzhugashvili), le 'invitó' a dejar de leer este blog comunista o al menos mi sección, porque en mi opinión, no hay lugar para él o ella en ellos ni en la lucha revolucionaria. ¿Debían perdonar la vida de Leonid, un colaborador del nazismo como lo fue el ex-general soviético Vlassov, por ser el hijo de un dirigente del Partido? ¿Debían de hacer un intercambio perjudicial militarmente con Yakov sólo por ser el hijo de Stalin, cuando había miles de presos (y habría más tarde también) en su misma situación? Un comunista no puede diferenciar a un camarada de un hermano o un hijo. Un compromiso en contra de cualquier privilegio, debe ser pleno, al igual que un compromiso por la igualdad.
      ¿Pero qué se podía esperar de un revisionista, un traidor a la URSS y a la lucha revolucionaria de todos los Pueblos Trabajadores del mundo, como lo fue Nikita Sergeievich Jruschov?

Ekaitz Zabalza Gaztelu
2013/I/06

2 comentarios:

ferro dijo...

Muy bueno,

Anónimo dijo...

Jruschoc debió ser purgado/apartado del partido en aquel entonces al mostrar su individualismo pequeño-burgués, no se puede tolerar que un dirigente comunista pida excepciones para su hijo, un traidor en medio de la GGP.

claro está que a toro pasado...

Como ejemplo de gran revolucionario, al igual que stalin, podemos encontrar al todavía vivo Vo Nguyen Giap:
"se había casado con una tailandesa, Dang Thi Quang, también militante comunista, y cuando al año siguiente el Partido Comunista de Indochina fue prohibido, Giap escapó a China, donde conoció a Ho Chi Minh y estudió las tesis de Mao Zedong sobre la guerra popular prolongada y la guerra de guerrillas, que luego aplicaría magistralmente a su propio país.

Pero la policía francesa detuvo a su mujer y a su cuñada y las utilizó como rehenes para presionar a Giap y lograr que se entregara. La represión fue feroz: su cuñada fue guillotinada y su mujer condenada a cadena perpetua, muriendo en la prisión después de tres años a causa de las brutales torturas. Los verdugos también asesinaron a su hijo recién nacido, a su padre, a dos hermanas y a otros familiares. "(Antorcha)

Además, también podemos ver al Che, que el tener hijos no le impidió continuar en la lucha revolucinaria hasta vencer o morir. Una vez, conversando con un hombre que decíase internacionalista, criticaba al Che por "desatender" a sus hijos y no hacerse cargo de las responsabilidades como padre.