(...) Y no hablo ya de otros trabajos posteriores de Lenin, en los que la idea de la transformación de la revolución burguesa en revolución proletaria está expresada con mayor realce que en "Dos tácticas", como una de las piedras angulares de la teoría leninista de la revolución.
Según algunos camaradas, resulta que Lenin no concibió esta idea hasta 1916, y anteriormente consideraba que la revolución en Rusia se mantendría dentro de un marco burgués y que, por lo tanto, el Poder pasaría de manos del organismo de la dictadura del proletariado y del campesinado a manos de la burguesía, y no a manos del proletariado. Se dice que esa afirmación se ha deslizado incluso en nuestra prensa Comunista. Debo señalar que esa afirmación es completamente falsa, que no corresponde, en lo más mínimo, a la realidad.
Podría remitirme al conocido discurso pronunciado por Lenin en el III Congreso del Partido (1905), en el que no calificó la dictadura del proletariado y del campesinado, es decir, el triunfo de la revolución democrática, de "organización del "orden"", sino de "organización de la guerra" (v. t. VII, pág. 264).
Podría remitirme, además, a los conocidos artículos de Lenin "Sobre el gobierno provisional" (1905), en los que, describiendo la perspectiva del desarrollo de la revolución rusa, plantea al Partido la tarea de "conseguir que la revolución rusa no sea un movimiento de algunos meses, sino un movimiento de muchos
años, que no conduzca tan sólo a obtener pequeñas concesiones de los detentadores del Poder, sino al derrumbamiento completo de éste", y en los que, desarrollando todavía más esta perspectiva y relacionándola con la revolución en Europa, prosigue:
Y si esto se logra, entonces..., entonces las llamas del incendio revolucionario prenderán en Europa; el obrero europeo, cansado de la reacción burguesa, se levantará a su vez y nos enseñará "cómo se hacen las cosas"; entonces el impulso revolucionario de Europa repercutirá a su vez en Rusia y hará de una época de algunos años de revolución una época de varios decenios de revolución... (v. lugar citado, pág. 191).
Podría remitirme, asimismo, a un conocido artículo de Lenin, publicado en noviembre de 1915, que dice:
El proletariado lucha y seguirá luchando abnegadamente por la conquista del Poder, por la república, por la confiscación de las tierras..., por la participación de las "masas populares no proletarias" en la obra de liberar a la Rusia burguesa del "imperialismo" militar-feudal (es decir, el zarismo). Y el proletariado aprovechará inmediatamente esta liberación de la Rusia burguesa del yugo zarista, del poder de los terratenientes sobre la tierra, no para ayudar a los campesinos acomodados en su lucha contra los obreros agrícolas, sino para llevar a cabo la revolución socialista en alianza con los proletarios de Europa (v. t. XVIII, pág. 318).
Podría, finalmente, remitirme al conocido pasaje del folleto de Lenin "La revolución proletaria y el renegado Kautsky", en que, refiriéndose al pasaje más arriba citado de "Dos tácticas" sobre la magnitud de la revolución llega a la siguiente conclusión:
Ha ocurrido tal y como nosotros dijimos. La marcha de la revolución ha confirmado la certeza de nuestro razonamiento. Al principio, con "todos" los campesinos, contra la monarquía, contra los terratenientes, contra el medievalismo (y en este sentido, la revolución sigue siendo burguesa, democrático-burguesa). Después, con los campesinos pobres, con el semiproletariado, con todos los explotados, contra el capitalismo, comprendidos los ricachos del campo, los kulaks, los especuladores, y, por ello, la revolución se transforma en revolución socialista. Querer levantar una artificial muralla de China entre ambas revoluciones, separar la una de la otra por algo que no sea el grado de preparación del proletariado y el grado de su unión con los campesinos pobres, es la mayor tergiversación del marxismo, es adocenarlo, reemplazarlo por el liberalismo (v. t. XXIII, pág. 391).
Me parece que con eso basta.
Bien, se nos dirá, pero ¿por qué, en este caso, Lenin combatió la idea de la "revolución permanente (ininterrumpida)"?
Porque Lenin proponía "sacar todo el partido posible" de la capacidad revolucionaria del campesinado y utilizar hasta la última gota su energía revolucionaria para la destrucción completa del zarismo, para pasar a la revolución proletaria, mientras que los partidarios de la "revolución permanente" no comprendían el importante papel del campesinado en la revolución rusa, menospreciaban la fuerza de la energía revolucionaria de los campesinos menospreciaban la fuerza y la capacidad de proletariado ruso para llevar tras de sí a los campesinos y, de este modo, dificultaban la liberación de los campesinos de la influencia de la burguesía, la agrupación de los campesinos en torno al proletariado.
Porque Lenin proponía coronar la revolución con el paso del Poder al proletariado, mientras que los partidarios de la revolución "permanente" querían empezar directamente por el Poder del proletariado, sin comprender que, con ello, cerraban los ojos a una "pequeñez" como las supervivencias del régimen de servidumbre y no tomaban en consideración una fuerza tan importante como el campesinado ruso, sin comprender que semejante política únicamente podía ser un freno para la conquista de los campesinos por el proletariado.
Así, pues, Lenin no combatía a los partidarios de la revolución "permanente" por la cuestión de la continuidad, pues el propio Lenin sostenía el punto de vista de la revolución ininterrumpida, sino porque menospreciaban el papel de los Campesinos, que son la reserva más importante del proletariado, y no comprendían la idea de la hegemonía del proletariado.
No puede decirse que la idea de la revolución "permanente" sea una idea nueva. El primero que la formuló fue Marx, a fines de la década del 40, en su conocido "Mensaje" a la "Liga de los Comunistas" (1850). De este documento fue de donde sacaron nuestros "permanentistas" la idea de la revolución ininterrumpida. Debe señalarse que, al tomar esta idea de Marx, nuestros "permanentistas" la modificaron un tanto, y, al modificarla, la "estropearon", haciéndola inservible para el uso práctico. Fue necesario que la mano experta de Lenin corrigiese este error, tomase la idea de Marx sobre la revolución ininterrumpida en su forma pura e hiciese de ella una de las piedras angulares de la teoría leninista de la revolución.
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