Carta de Manuel Pérez Martínez desde Castellón II
Albocásser, 15-7-2013
¡Aupa Kolego!
Te pongo unas letras para que sepas que al fin me han entregado el sobre con los 16 folios de tu marca.
Eso sí, es seguro que nunca vamos a saber por qué motivo me comunicaron la retención de los “16 folios manuscritos” que me enviaste, ni tampoco por qué ese mismo sobre me fue entregado tiempo después.
En fin, estos son misterios carcelarios que no vamos a poder descifrar, aunque yo pienso, que pueda tener alguna relación con la “identificación” de los que aparecen en las fotos.
Es verdad que algunos ya están más que fichados, pero los demás no, y por eso habrán de ser introducidos en el fichero como unos corderitos y esto, naturalmente, lleva tiempo y al gún que otro ajetreo hacerlo, hemos de reconocerlo. De ahí ese embrollo del cruzamiento de folios manuscritos con folios mecanizados, remites, etc.
Ni que decir tiene que nosotros no podemos hacer nada contra tales métodos policíacos ultrademocráticos; por lo mismo que ellos tampoco van a poder impedir de esa manera, ni de ninguna otra, que la nueva oleada del movimiento Pro-Amnistía y en apoyo de los presos políticos siga creciendo.
Y ya que hablamos de fotografías, no se si será porque estoy envejeciendo de forma acelerada (necesito ser operado urgentemente de mis famosas cataratas), pero lo cierto es Kolego (y esto también va por ti), que os encuentro a todos muy “mejorados” y hasta más guapos especialmente a las camaradas que acaban de salir de las cárceles, espero que esto no sea un efecto “deformador” de mi ceguera... Ahora lo que no puede fallar -pues es lo que más me llama la atención- son las sonrisas y ese aire de optimismo que se manifiesta en todos vosotros, de modo que, aun admitiendo que una parte de esa espontánea alegría pueda deberse (porque todo hay que decirlo), a los “efluvios etílicos” de algunas celebraciones, creo que existen motivos para pensar que tan “buen rollito” viene dado por el crecimiento del movimiento al que ya he hecho referencia; es decir, tiene mucho que ver con esa ele vación de la conciencia política que se está produciendo en amplios sectores de la población, especialmente entre los jó venes, que hasta hace poco “pasaban” de casi todo. Y es que las épocas de crisis como la que estamos atravesando suelen producir tales milagros.
No hace falta que te diga que la Amnistía de los presos políticos ha sido siempre una de las principales exigencias del movimiento obrero y popular, entre otros motivos porque se desenmascara a los fascistas y a sus colaboradores y se les arranca de las manos la bandera democrática que utilizan para deslegitimar y penalizar la lucha de los trabajadores por sus derechos ¡como si ya no existiera la necesidad de prose guir esa lucha!
¿Cuántas veces hemos tenido que oír, impotentes, en los últimos años que después de la auto amnistía que los fascistas se concedieron en el año 77, “en España ya no hay presos políticos”? Pero ya estamos viendo como se está derrumbando esa patraña que cada día les resulta más difícil sostener, incluso a los más acérrimos partidarios del Régimen Monárquico-fascista. En cuanto a los cretinos reformistas parlamentarios, es claro a todas luces que han tenido que ceder ante la presión cada vez mayor de una parte considerable de su electorado para la exigencia de una Amnistía y el establecimiento de verdaderas libertades políticas. Esto es lo que se desprende del comunicado de la “Coordinadora Republicana de Madrid” del 14 de Abril último que me has enviado; lo que, por lo demás, supone una clara y contundentedemostración del nuevo clima político y de unidad combativa que se está creando.
Desde la ciudad de Kaluga, Rusia; también me ha llegado hace pocos días el texto que fue aprobado en un mitin, celebrado el 1º de Mayo, al que asistieron unas 500 personas:
“Nosotros vemos en vuestra carta palabras de luchadores consecuentes, plenos de voluntad y de optimismo. Nos senti mos retratados en vuestros valientes rostros, y ello nos confirma la certeza de que nuestra causa es justa y la victoria será nuestra” (...)
“La historia de vuestro encarcelamiento nos habla de un injusto sistema judicial en España y de un cruel tratamiento a los luchadores por el socialismo en las cárceles del país (...) Empero, lo más importante es el trabajo para concienciar a los trabajadores, dirigido a que éstos entiendan su responsa bilidad por lo que está sucediendo y la necesidad de crear una vanguardia sabia y valerosa. En ello estamos trabajando”.
Estas palabras resumen, de manera admirable, el sentir de todos nosotros, así como el conjunto de los problemas y las situaciones a los que nos estamos enfrentando.
A propósito del “sistema judicial en España”, no sé si re cordarás lo que escribí a N.O. Glagoleva, en una carta fechada el 14-05-2012, cuando me refería a la “trampa mortal” que había montado el Tribunal Supremo español con su sentencia condenatoria:
“Sin embargo -escribí entonces- lo más importante, bajo mi punto de vista, no son los siete años de prisión que me han impuesto con tan malas artes (eso sin contar los seis años que pasé en las cárceles francesas), puesto que, en realidad, lo que ha hecho el Tribunal Supremo no es otra cosa que proporcionar a la Audiencia Nacional un instrumento “jurídico” para que este tribunal especial de represión política pueda, a su vez, dictar sentencias condenatorias en causasidénticas a otras anteriores, en las que yo había sido absuelto por la misma Audiencia. Aunque parezca mentira, esto es lo que está sucediendo en España. Y el proceso sigue abierto. Ahora mismo estoy a la espera de que fijen fecha para un nuevo juicio”.
Y este nuevo juicio, como todo el mundo sabe, tuvo lugar, y de él salió una nueva sentencia que no hizo sino confirmar todo lo que habíamos anticipado que sucedería. Por cierto, tú estás al corriente de esa parte de la historia; lo que no conoces es su más reciente desenlace. Pero para no hacer más extensa esta carta, te voy a poner lo que hace pocos días escribí en relación con este mismo asunto a Vitoria (Gómez), mi compañera de causa.
“En cuanto al rechazo por el Supremo de nuestro recurso, yo considero que ha hecho mucho más que “lavarse las manos como Pilatos”. Recuerda que fue este mismo Tribunal el que me arrojó a las fieras de la A.N. con aquella sentencia que ahora, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, al que recurrimos en su momento, quizás anule. Pues bien ahora ya no queda ni sombra de duda de que la última sentencia de la A.N. ante la que, como tú dices, el Supremo se ha “lavado las manos” ha venido a ser la respuesta “punitiva” (vengativa) del Estado español a ese recurso ante el tribunal europeo, es decir, se han adelantado a una posible resolución favorable a nuestro recurso.
Sí, lo han montado todo de tal manera que la última condena de la Audiencia Nacional, dejará sin efecto una posible anulación por el Tribunal Europeo de la condena del Supremo, incrementándola hasta convertirla de hecho (dada mi edad), en perpetua ¡y esto por un petardo que nadie ha sabido quien colocó en una E.T.T.! Pero de lo que si están seguros es que el “inductor” de tal “acto terrorista” fue un servidor.
No obstante, hay un “pequeño detalle” que pasaron por alto los Señores y Señoras Magistrados que dictaron la sentencia, y eso a pesar de las indicaciones expresas en tal sentido de nuestro abogado: y es que, como dicta la buena lógica jurídica y el más elemental sentido común, “inductor sin inducido, es igual a no inducción”. Pero ya se sabe que nuestros jueces y fiscales suelen hacer verdaderos malabarismos.
Y por esta vez es todo Kolego. Que disfrutes del cálido verano y que te tomes a mi salud con los/las camaradas que acaban de salir de la cárcel unas Chymais.... tú ya sabes que hace tiempo que apostaté del “Mahouismo”.
¡Venga, un abrazo bien apretao!
Manuel Pérez Martínez
CP Castellón II
12140 Albocásser (CASTELLÓN)
PENSÁNDOLO BIEN
Pensándolo bien, he llegado a la conclusión
de que hemos hecho una buena inversión.
Invertimos en la máquina del tiempo,
una máquina que nunca se detiene
y acumula fuerzas sin cesar.
Nosotros ponemos los brazos, la cabeza,
los sentimientos;
algunas lágrimas también ponemos,
no es cosa de escatimar.
La materia prima de esta historia
que estamos construyendo
son los huesos que se nos quiebran
en las comisarías,
el corazón que se duele por el compañero
que nos dejó su recuerdo,
aquellos preciosos cabellos rojos
que se perdieron en la prisión
y que ya no vuelven...
La causa nunca pierde,
siempre gana, crece, se fortalece
y se extiende.
La máquina del tiempo
es un gran invento. A veces
se atasca o sufre una avería
y tenemos que repararla sobre la marcha.
Inmediatamente
le ponemos el repuesto
y de nuevo acumula
a pleno rendimiento.
Continuaremos creciendo.
Manuel Pérez Martínez (Arenas)