miércoles, 2 de enero de 2013

Represión en Madrid contra un solidario con Alfon

tomado de PRES.O.S.


DENUNCIA. REPRESIÓN POLICIAL

Me llamo Ramón, tengo 25 años y vivo en el distrito de Puente de Vallekas, concretamente en la zona de Entrevías. La madrugada del 27 de Diciembre sobre las 03:00–03:30 sufrí brutalidad policial por el simple hecho de pintar con un spray ALFON LIBERTAD en la fachada de la renfe de Asamblea de Madrid -Entrevías. A continuación voy a relatar todo lo sucedido.

Como he dicho, hice la pintada con la intención de volver a casa, pero acto seguido apareció un coche patrulla de la policía Nazi-onal, mi reacción instintiva fue echar a correr, aunque tras avanzar unos pasos uno de los maderos me persiguió y dijo: EH TÚ, PARA.
Acto seguido me paré mostrando las manos para demostrar que estaba desarmado, el madero me dijo: ¿DÓNDE VAS HIJO DE LA GRAN PUTA? ¡GUARRO!, me tiró al suelo de forma violenta y me sujetó la mano derecha contra la espalda. Después llegó el otro agente y se puso a darme patadas en la cabeza, sobretodo en el ojo y la sien, seguidamente el primer agente se puso a golpearme en la otra parte de la cara, a la vez que me insultaban con palabras como: GORDO o GUARRO.

Luego me pusieron las esposas lo más apretadas que pudieron y me levantaron, me obligaron a andar con la cabeza a pocos centímetros del suelo, lógicamente a cada paso los pies se me escurrían y tenía que apoyar las rodillas en el suelo, a la que aprovechaban para arrastrarme desollándomelas contra el asfalto, mientras decían: SI NO QUIERES ANDAR, TE VAMOS A ARRASTRAR HASTA EL COCHE.
Cuando me pusieron de pie uno cogió el spray y me dijo: ¿TE GUSTA PINTAR? Y me pintó el pelo y el pañuelo palestino que llevaba puesto.
Me preguntaron que qué había hecho y les dije: pintar ALFON LIBERTAD porque estaban cometiendo una injusticia con él y uno de los agentes me dijo: ¿QUIERES QUE TE LLEVEMOS AL NUEVO PALACETE QUE LE HEMOS PUESTO PARA QUE LE HAGAS COMPAÑÍA?

El resto del trayecto hasta el coche me empujaban contra todas las farolas que había y en tono burlón me decían (todo el rato): ¡TEN CUIDADO, QUE TE CHOCAS CON TODO!
Después de llegar hasta el coche me llevaron a la entrada lateral de la estación y me pusieron en la esquina de los meados. Luego llamaron por el walkie talkie y acto seguido aparecieron otros dos maderos de paisano, más sosegados y me pusieron al lado del coche de cara a una farola.

Uno de ellos con tono tranquilo me dijo que ALFON SE MERECÍA ESTAR EN LA CÁRCEL Y QUE LOS BUKANEROS ERAN UNOS DELINCUENTES. Empezó a preguntarme si tenía antecedentes y de dónde era, me pidieron mi documentación y les dije que la tenía en el bolsillo y que si me podían quitar las esposas. Me soltaron y les di la documentación, tenía las muñecas muy doloridas, veía borroso y estaba bastante mareado hasta el punto que casi no me podía mantener de pie sin estar apoyado en la farola. Me registraron un par de veces en busca de armas, yo solo llevaba las llaves, el móvil y la cartera, les dije que en mi vida había tocado un arma.

En todo momento negaban haberme pintado y pateado la cabeza.

Dije que me sentía mareado y uno de los primeros maderos dijo: ES QUE ERES UN GORDO Y NO ESTÁS ACOSTUMBRADO A CORRER. Les dije que me dolía el ojo y dijo: ES QUE TE HAS TIRADO MUY MAL AL SUELO (entre risas). Me quitaron el móvil y después de trastear con él, lo apagaron.
A cada pregunta que uno de los de paisano me hacía cuando yo respondía los de uniforme me amenazaban con cosas como: ¡CALLA! QUE TE VAMOS A DAR MAS OSTIAS.
Le pregunté a uno de paisano que si me merecía las patadas en la cabeza y me dijo: ES LO MÍNIMO QUE TE MERECES.
Le dije: ¿eso lo dirías delante de un juez?
Y me dijo que SÍ.
Yo le dije que haber si era verdad.

Después le pregunté que si me podía sentar, porque me encontraba muy mareado. Dijo que sí y me senté en el suelo. Acto seguido uno de los de uniforme me dijo: ¡LEVÁNTATE COÑO! QUE TODOS ESTAMOS DE PIE pero el de paisano le tuvo que decir que él me lo había permitido.

Me dijeron que me ponían una multa, me hicieron firmar un papel que no pude ni leer, les dije que me dieran su identificación porque les iba a denunciar, me dijeron que no me la daban y que COMO LES DENUNCIARA, ME IBAN A PEGAR MÁS.
Me devolvieron mi DNI y mi móvil y me dijeron que me fuese a casa.

Tuve que ir andando con el consecuente mareo y el riesgo de que me pasara algo por el camino, cuando llegué a casa tuve que despertar a mis padres, se lo conté e inmediatamente nos dirigimos al hospital Infanta Leonor, en el cuál pasé unas 5 horas hasta que me atendieron.
Me hicieron radiografías de cabeza, rodilla izquierda y mano derecha, puesto que eran las partes que más me dolían. También me dolía la espalda y tenía marcas en rodillas, muñecas y cara. Durante la espera hubo ratos en los que me sentía desorientado.
Después de ser atendido con mucha amabilidad por el personal del hospital, me hicieron un parte de lesiones.
Por suerte soy una persona bastante resistente y no tuve lesiones internas.

Después de salir del hospital fuimos a denunciarlo a la comisaria de Puente de Vallekas, tras ser atendido por varios policías, incluido el jefe de policía, precedieron a leerme mis derechos y a redactar la denuncia que puse (tengo que decir que algunos hechos aquí redactados no los pude incluir en la denuncia puesto que estaba tan cansado que mi mente no estaba muy despejada), aunque con recelo y duda, me atendieron y admitieron que hay policías que se exceden, sabiendo que estos energúmenos que me agredieron eran de la misma comisaría.
Finalmente a las 11:30 am pudimos volver a casa y descansar.

Desde aquí quiero decir que no voy a dar un paso atrás, cada patada, cada insulto, cada amenaza… Me daban más fuerza para seguir en la lucha, seguiremos luchando por todos los represaliados como: Pablo Hasel Zaitsev, Marc Hijo de Sam y Valtonic y por los presos: Alfon, Arenas, Marian y el resto.

Desde aquí quiero agradecer todo el apoyo de mi familia, mi compañera Mónica y mi gran amigo Sergio. A todo el que ha mostrado apoyo en internet y a la familia de Alfon, en especial a su pareja: Daira Waldorf y a su madre: Elena Colorá, nos vemos en las trincheras

¡HASTA LA VICTORIA NO HAY TREGUA!

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