tomado de pospolo kutxa, 2. zenbakia (mayo-junio 2012 maiatza-ekaina)
Zaria vostoka, sección de Beria elkartea (beriaelkartea@gmail.com)
El último ajedrez de Beria (segunda parte)
II.
Jaque mate
Al
oeste del tablero en el que Jruschov juega su partida contra el
marxismo-leninismo y su representante más fuerte, Beria, se
encuentra la RDA. La crisis que se está viviendo allí y su
repercusión en el Kremlin serán las que propicien la victoria de
Jruschov.
Cuando
uno de sus caballos,
el secretario general del SED Ulbricht, pide ayuda a Moscú para
afrontar la situación, Beria se prepara para enfrentarse al
revisionismo alemán. Presenta su documento Medidas
para mejorar la situación política de la RDA
que critica la construcción forzosa del socialismo impulsada por el
SED en la Alemania del Este, con la oposición de Ulbricht. Ante
esto, Beria reforzará sus posiciones allí, y moverá sus piezas
alrededor del dirigente alemán. Uno de sus peones,
Semenov, se come al mariscal Chuikov para tomar el mando de las
fuerzas soviéticas en Alemania. Éste cubrirá el avance de
Herrnstadt, redactor del diario del SED, para sustituir a Ulbricht;
respaldado por otro peón
de Beria, el ministro para la Seguridad del Estado (Stasi) Zaisser.
Ulbricht
y los peones
revisionistas de la RDA se resisten a las presiones de las fuerzas de
Beria y abandonan las concesiones a los trabajadores que les eran
ordenadas por él y el Kremlin. Esto provoca una huelga en Berlín
que desembocará en un levantamiento a lo largo de todo el Estado. Los tanques
soviéticos se ven obligados a reprimirlo. Aunque esta situación se
debe a la mala gestión de Ulbricht, Jruschov lo usará como pretexto
para atacar a Beria, a pesar de que sus planes habían sido aceptados
por el resto del liderazgo soviético. En la RDA, Ulbricht
empezará por comerse a los los peones Herrnstadt y Zaisser.
En
Moscú, Jruschov avanza posiciones contra las piezas rojas. Hay un
sigiloso peón
que hacía tiempo que había enviado entre las filas de
Beria, que al llegar al otro extremo del tablero se convierte en su
reina.
Ese peón no era más que el conjunto de sus calumnias en contra del
georgiano, que se comen al influenciable Malenkov para que
seguidamente aparezca como su aliado más fuerte. También cuenta con
el ministro de Defensa Bulganin como uno de sus alfiles,
quien ya era amigo suyo y se había enemistado con Beria por la
cuestión de la RDA; y con él la torre
más fuerte del tablero, el Ejército Rojo. Todo esto induce a la
vieja
guardia
a inclinarse por el vencedor más factible.
Jruschov
está preparado para poner en jaque a Beria, y la reunión del
Presidium del 26 de junio será el momento perfecto. Pero para ello
debe mover sus mejores piezas con mucho cuidado, pues la torre
del MVD está atenta para neutralizar cualquier movimiento de ataque.
Jruschov moverá a su caballo,
el mariscal Zhukov, al mando de un grupo de oficiales de confianza,
entre los que está su viejo amigo Moskalenko.
En
la reunión del Presidium, Malenkov se enfrenta abiertamente a Beria,
respaldado por Jruschov. Los oficiales liderados por Zhukov entran
como estaba planeado. Lo rodean. Beria está en jaque mate.
(La
parte final de este escrito se ciñe a la versión oficial del
arresto, aunque Beria elkartea aún no la acepta como totalmente
fidedigna)
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