Hollywood, el brazo cinematográfico del imperialismo ataca de nuevo...
Batman contra el 'Ejército Rojo'
En este puente he podido aprovechar para ver la última película de Batman, que tenía pendiente (no nos engañemos, que a todos nos entretienen americanadas como Air Force One...), El caballero oscuro renace, dirigida por Christopher Nolan este mismo año.
Para ser una película de este tipo, pocas hostias de Batman... y una historia más enrevesada que las habituales, precisamente con un mensaje contrarrevolucionario que ya suele ser marca de la casa hollywoodiense.
El imperialismo ha sabido manejar inteligentemente la cultura que se extiende sobre sus territorios. Y al igual que con otras artes (literatura, teatro...), no ha dejado libre al cine, quien gracias a Hollywood lo fortalece con estas americanadas mientras extiende la incultura entre las demás materias. Al fin y al cabo, esta empresa no es más que otro brazo del imperialismo, al igual que el político, el militar... en este caso, propagandístico y alienador.
En esta película (me limitó a analizar a los personajes e historia que se representan en ella, pues no conozco el 'mundo' de los cómics de Batman), el superhéroe de turno que esconde tras su máscara a un multimillonario altruista (y oligarca de su ciudad natal) se enfrenta a lo que se desarrolla como una Revolución socialista.

Previamente, haciendo un riguroso análisis m-l (tal vez excesivo), vemos que Bane hace su propia Revolución democrático-burguesa antes de montar todo el cristo del que trata la cinta. Bane (un hombre criado en una prisión) y sus mercenarios (habitantes de las alcantarillas, provenientes en su mayoría de orfanatos), el simbólico 'proletariado', se alía primero con el empresario Daggett (que aún lejos de representar a la pequeña burguesía, aspira llegar al poder ya que es ajeno a la oligarquía local). Mientras éste cree que dirige el proceso, el 'proletario' Bane aprovechará sus recursos antes de romper sus relaciones con él de la forma más mortal... Y es cuando comienza la 'Revolución socialista'.
Eliminación del gobierno y las fuerzas armadas (en este caso el Ayuntamiento y la Policía), liberación de los presos (que distan mucho de ser por causas políticas), formación de un nuevo ejército, expropiación a los ricos, juicios a los opresores a los que denuncian con casi vocabulario marxista (no hay que perder detalle de las palabras del 'juez', o de los discursos previos de Bane en el estadio de rugby o frente a la prisión de Blackgate)...
Todo este escenario se completa con varios detalles simbólicos como la vestimenta de los mercenarios, pues muchos lucen pañuelos rojos al cuello que destacan sobre sus grisáceas y verdosas prendas militares; o que gran parte de esta 'revolución' transcurre durante un invierno nevado, que a algunos ya nos recuerda a aquel Gran Octubre de la fría Rusia...
Y tratándose de la gran industria americana, no creo que el final de la película pueda sorprender a nadie...
Por cierto, perdonad por los spoilers...
Ekaitz Zabalza Gaztelu
2012/XII/07
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