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viernes, 24 de mayo de 2013

¿Quién fue realmente Yagoda, responsable del NKVD entre 1934-36?

      El letón Genrij Grigorievich Yagoda (1891-1938) dirigió el Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos (NKVD, donde se integró el OGPU como GUGB) desde 1934 hasta 1936. Poco después sería arrestado y en el 'Juicio a los 21', junto con varios de sus compañeros del bloque de trotskistas y derechistas (como N. I. Bujarin), condenado a muerte.
      Wilf Dixon, en su conferencia La verdad sobre Stalin en la 'Stalin Society' del 16 de octubre de 1994, nos retrata la naturaleza reaccionaria de este traidor y su hacer contrarrevolucionario:
 
       (...)
      Quizás el individuo más siniestro de la Oposición, que ostentó el poderoso cargo de Vicepresidente de la Policía de Seguridad --la OGPU--, era Henry G. Yagoda. Sistemáticamente protegía de la investigación a los miembros de la oposición, y era renombrado por su preferencia por el uso del envenenamiento y de los "tratamientos" médicos para quitar de en medio a los miembros leales y de confianza del Gobierno soviético. Fue responsable de asesinar al presidente de la OGPU Vyacheslav R. Menzhinsky, usando su poder para intimidar a un tal Doctor Leo Levin de modo que consiguiera la adhesión de un físico leal, el Dr. Kazakov, a la conspiración médica contra Menzhinsky. Menzhinsky sufría de angina de pecho y asma, y debido a la administración de tratamientos incorrectos, su corazón se debilitó y se apresuró su muerte. Murió en mayo de 1934, 6 meses antes del asesinato de Kirov y después de que Yagoda hubiera asumido su cargo.
      De hecho el asesino de Kirov, Leonid Nikolayev, fue detenido por agentes de la OGPU sólo unas semanas antes del asesinato de Kirov. Se le encontraron encima un arma y una carta con la ruta que Kirov seguía a diario. Yagoda ordenó su liberación.
      Yagoda fue responsable del asesinato de Máximo Gorki y de su hijo. Máximo Gorki era leal a Stalin y al Partido, y sus escritos eran muy respetados internacionalmente. Por esta razón se convirtió en un objetivo para los miembros de la Oposición, que temieron que Gorki los denunciara en sus escritos. Los motivos de la Oposición eran venales y bajos. Estaban en alianza directa e indirecta con los enemigos del poder de la clase obrera en la Unión Soviética y en el extranjero. Yagoda declaró en su juicio que sus acciones tenían como objetivo ayudar a que la oposición alcanzara el poder, y no su engrandecimiento personal. Incluso confesó a su secretario y cómplice Pavel Bulanov, que consideraba al Mein Kampf "un libro que merece la pena" y que le impresionaba el hecho de que Hitler hubiera llegado a la cima empezando como un simple "sargento mayor". Yagoda había comenzado su carrera como sargento mayor en el ejército ruso.
      La purga de estos elementos que se habían infiltrado en el Partido y en el estado era no sólo una necesidad, sino asimismo una prioridad en el ambiente de tormenta que se avecinaba con la amenaza internacional de la Alemania nazi y de los poderes de Eje, amenaza terrible que la Unión Soviética debía afrontar ahora. Trotsky tenía una posición totalmente elaborada acerca de que el terrorismo por sí solo no derribaría al Gobierno soviético. Los partidarios del terrorismo, la actividad desviacionista y el sabotaje tuvieron que aliarse con los que estaban dispuestos a ir a la guerra contra la Unión Soviética. Esto significaba la alianza con las potencias militares del Eje --en particular Alemania y Japón. Esta alianza se consideró como un asunto de necesidad histórica para derribar a Stalin y colocar a la oposición en el poder. Incluso tuvieron lugar conversaciones secretas entre miembros de la Oposición rusa y representantes de Alemania y Japón.
      (...)

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