tomado de Tiempos Rojos
Las condiciones históricas del revisionismo moderno
Cuando se analiza cualquier problema social, es necesario
que sea puesto en un contexto histórico determinado y, si se analizan
los fenómenos que por su naturaleza y contenido son los mismos, es necesario
tener en cuenta las peculiaridades concretas, que los distinguen unos
de los otros sobre la base de las condiciones históricas en las que ocurren. De
manera que, para entender correctamente algunos problemas que hoy se encuentran
frente a los marxista-leninistas en relación a la lucha contra el revisionismo
moderno, es importante conocer las condiciones históricas en las que surgió así
como sus peculiaridades.
El revisionismo moderno, al igual que el viejo revisionismo,
no es algo accidental, no es sólo una traición de ciertas personas
particulares, sino que es un producto social de toda una época histórica. «Cada
problema más o menos ‘nuevo’, cada viraje de los acontecimientos» — dijo
Lenin — «provocará siempre, sin falta, una u otra variedad de revisionismo.»
[1].
El revisionismo moderno surgió y se propagó después de la
Segunda Guerra Mundial. Sus primeros signos fueron evidentes antes de la
guerra, con el Browderismo. Una de las primeras y más peligrosas
manifestaciones del revisionismo moderno fue el revisionismo Titoísta. Pero el
revisionismo moderno se transformó en una tendencia retrógrada de proporciones
internacionales más tarde, con la aparición del revisionismo Jruchovista, que
afectó al partido más viejo, más grande y el que contaba con la mayor autoridad
en el mundo, el Partido Comunista de la Unión Soviética, y sobre todo después
del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, cuyas tesis oportunistas
se convirtieron en el alimento ideológico de los revisionistas y renegados del
marxismo-leninismo de todo el mundo.
Después de la Segunda Guerra Mundial, que finalizó con el
completo fracaso militar y político del fascismo, ocurrieron grandes cambios en
el mundo. Las posiciones del capitalismo fueron sacudidas hasta sus cimientos,
su crisis general entró en una nueva fase superior, la autoridad del primer
país socialista del mundo, la Unión Soviética, creció como nunca antes. Una
serie de países europeos y asiáticos emprendieron el camino al socialismo, los
partidos comunistas crecieron y su influencia entre las masas se fortaleció, el
movimiento de liberación nacional de los pueblos y naciones oprimidas tomó un
nuevo impulso, en todas partes la revolución crecía, mientras que las
posiciones del imperialismo se estaban debilitando continuamente.
En estas circunstancias la burguesía imperialista elaboró su
nueva estrategia y táctica para enfrentarse a las crecientes fuerzas de la
revolución, para defender y ampliar su dominación en el mundo. El imperialismo
norteamericano que se convirtió en el centro de la reacción mundial, en el
enemigo más grande de los pueblos de todo el mundo, alzó la bandera del
estrangulamiento de la revolución y de la salvación del capitalismo.
1) Para conseguir sus objetivos las reaccionarias clases
explotadoras siempre han empleado y todavía emplean dos métodos: la violencia y
el engaño, dando prioridad a veces a uno y en otros tiempos al otro. Estos dos
métodos fueron utilizados en amplia escala por el imperialismo, y sobre todo
por el imperialismo norteamericano, tras la Segunda Guerra Mundial.
Sacudido por las victorias del socialismo y por el ascenso
del movimiento comunista internacional y el movimiento de liberación nacional,
inmediatamente luego de la guerra, el imperialismo, encabezado por el de los
Estados Unidos, comenzó una ofensiva general contra los países socialistas, los
partidos comunistas y los pueblos del mundo, utilizando todas las formas de
presión: económica, política, ideológica y militar. El carácter agresivo de la
política del imperialismo norteamericano, sus preparativos militares, sus
amenazas de una guerra recurriendo al uso de medios de exterminio masivo se
pronunciaron especialmente. El chantaje atómico se convirtió en la política
oficial de los EE.UU. La capitulación ante esta presión del imperialismo,
a sus amenazas de una guerra devastadora, fue una de las circunstancias que
llevaron al nacimiento del revisionismo moderno, fue una de las fuentes del
nacimiento del revisionismo en la actualidad. Fue sobre esta base que los
lemas notoriamente pacifistas y capitulacionistas de Jruschov por una paz a
toda costa fueron sacados y abandonados todos los ideales revolucionarios, se
alcanzó el punto de sumisión y rendición al imperialismo, algo que constituye
una de las características singulares del revisionismo moderno.
Cuando se volvieron evidentes los primeros signos del
oportunismo Jruchovista, el imperialismo, sin descuidar el empleo de los medios
de violencia, comenzó a practicar en una más amplia escala la táctica del
engaño, del socavamiento del movimiento comunista y obrero, de la revolución y
el socialismo desde adentro, una táctica que había empezado a utilizar muchos
años antes en varios países capitalistas. Por una parte, aumentó su presión,
con el fin de obtener de los revisionistas aún más grandes nuevas concesiones,
mientras que, por otra parte, se hizo eco de las consignas pacifistas y
capitulacionistas con el objetivo de empujarlos aún más a lo profundo de la
ciénaga de la traición. El empleo de tal táctica fue dictado por el hecho de
que en las condiciones de la proporción de fuerzas creada tras la Segunda
Guerra Mundial, era muy difícil para el imperialismo lograr su objetivo de
expansión de su dominación en el mundo por medio de la agresión armada. Por lo
tanto, concentró sus esfuerzos en el socavamiento desde adentro de los países
socialistas y partidos comunistas. Los socialdemócratas desempeñaron este papel
en el pasado, pero en las nuevas condiciones, cuando el socialismo se había
convertido en un sistema mundial, el imperialismo no estaba satisfecho con los
«partidos burgueses de la clase obrera» dentro de los países capitalistas. Tuvo
que encontrar otra arma más conveniente que serviría para suprimir el
movimiento comunista, minar el socialismo y sabotear la lucha de liberación
nacional de los pueblos. Esta arma la encontró al principio en el revisionismo
Titoísta, que era un revisionismo en el poder y que mantenía la etiqueta de un
país «socialista».
Pero, al igual que la socialdemocracia, el nuevo aliado del
imperialismo, la camarilla de Tito, fue también desenmascarado. El imperialismo
necesitó otro apoyo más poderoso, más autoritario. Y este apoyo lo encontró
precisamente en los revisionistas Jruchovistas.
2) La finalización de la Segunda Guerra Mundial con la
victoria completa de la Unión Soviética sobre el fascismo fue un éxito de
importancia histórica internacional. Pero, como dijo Stalin, incluso los éxitos
tienen su lado oscuro. De hecho la victoria de importancia histórica que se
logró tras la Segunda Guerra Mundial, por distintas razones creó en algunos
cuadros de muchos de los partidos comunistas, principalmente en la Unión
Soviética, una especie de embriaguez de éxitos, un auto-satisfacción, un deseo
de vida fácil y relajación después de los esfuerzos y sufrimientos de la
guerra. La enorme destrucción material y humana y el daño causado por la guerra
influyeron en el nacimiento, entre algunas personas vacilantes, de un deseo de
encontrar caminos «más tranquilos», «más fáciles», un camino «sin sacrificio»,
para lograr la victoria de la revolución y la edificación del socialismo y el
comunismo. Recordemos en este punto la especulación de los revisionistas
modernos con los deseos y las aspiraciones de las personas por la paz, para
difundir el lema de la «coexistencia pacífica», la «competencia pacífica», el
«transito pacífico al socialismo», que creó ilusiones reformistas en muchas
personas.
Los elementos vacilantes siempre han tendido a evaluar las
situaciones desde puntos de vista oportunistas y trazando de ellos conclusiones
igual oportunistas. Así, interpretaron los grandes cambios en la proporción de
fuerzas a favor del socialismo, que ocurrió después de la Segunda Guerra Mundial,
como si ahora cualquier cosa podía ser impuesta al imperialismo, como si, ante
la fuerza e influencia del socialismo, incluso las leyes objetivas del
capitalismo habían perdido su eficacia. Sobre esta base, los revisionistas
Jruchovistas llegaron a la conclusión general de que la naturaleza del
imperialismo había cambiado o podría ser cambiada, que ahora, mientras todavía
existía el imperialismo, la guerra podría ser eliminada de la vida de la
sociedad, que el desarme general y completo podría lograrse, que podría ser
creado un mundo sin armas, sin ejércitos y sin guerras, que la transición al
socialismo podría hacerse sin la violencia revolucionaria, sin romper por la
fuerza la vieja maquinaria estatal burguesa, y luego establecer sobre sus
ruinas la dictadura del proletariado.
3) Otra circunstancia histórica que favoreció el nacimiento
del revisionismo moderno fue el período de
«tranquilidad» relativa, de
desarrollo «más o menos pacífico» que tuvo lugar después de la Segunda Guerra
Mundial en Europa y sobre todo en América del Norte, y el nivel relativamente
alto de los contactos económicos en este período. Después de la Segunda Guerra
Mundial, también surgieron algunos nuevos fenómenos del desarrollo del mundo
capitalista, como pueden ser la ampliación de la esfera de la actividad del
capitalismo monopolista de Estado, la transición del viejo colonialismo al
neocolonialismo, etc. Todos estos factores fueron explotados por la propaganda
burguesa para propagar ilusiones respecto a la «prosperidad permanente del
capitalismo», sobre el cambio de su carácter, en resumen, para difundir
ilusiones reformistas. Mientras tanto crecía la llamada «aristocracia de la
clase obrera», que es la base social principal del oportunismo y el
revisionismo en el movimiento comunista.
Las filas de la clase obrera en los países capitalistas se
llenaron durante este período con nuevos «reclutas», con elementos de la
pequeña burguesía, como comerciantes en quiebra y agricultores. Además de esto,
sobre todo en Francia e Italia, muchos elementos vacilantes, pequeñoburgueses,
intelectuales, arribistas y oportunistas entraron en las filas de los partidos
comunistas. Esto aumentó la presión de la ideología pequeñoburguesa y burguesa
sobre la clase obrera y sobre los partidos de la clase obrera en los países
capitalistas, y esto provocó la revisión, también en esta ocasión, de la tesis
marxista-leninistas de que el desarrollo del movimiento en amplitud siempre
está asociado con una cierta disminución de su nivel revolucionario y teórico.
Junto con la liberalización general y con el uso de una
política más astuta para el socavamiento del movimiento comunista y obrero por
la burguesía internacional y, como consecuencia de esto, en este periodo se
desarrolló en los partidos comunistas de los países capitalista el legalismo,
la absolutización de las formas legales de lucha, cayendo en el «cretinismo
parlamentario», persiguiendo puestos de gobierno, la reducción de todo el
trabajo del partido a las campañas electorales.
Todas éstas fueron circunstancias y condiciones adecuadas
para el nacimiento del revisionismo moderno, porque, como dijo Stalin, «El paso
del auge a la calma, ya de por sí, por su misma naturaleza, aumenta las
probabilidades del peligro de derecha… engendra ilusiones socialdemócratas,
reformistas, haciendo que el fundamental sea el peligro de derecha.» [2]
4) Por mucho tiempo, después del estallido revolucionario
que ocurrió durante la Primera Guerra Mundial e inmediatamente después, las
tareas más importantes que enfrentaron los partidos comunistas fueron de un
carácter democrático. En este período, el principal lugar fue ocupado por la
lucha por la defensa de los regímenes democráticos contra el peligro fascista
que tomó el poder en Italia y Alemania, y más tarde en
España. Durante la
Segunda Guerra Mundial la tarea fundamental fue la lucha contra los fascistas
ocupacioncitas para la defensa y liberación nacional. Las tareas democráticas
tomaron una importancia especial también después de la Segunda Guerra Mundial.
En el XIX Congreso del PCUS, José Stalin planteó correctamente el deber
histórico de los partidos comunistas de tomar en sus manos y alzar la bandera
de las libertades democráticas, de la independencia nacional y soberanía y de
la preservación de la paz en el mundo. La lucha en este sentido no fue una
lucha directa por el socialismo. Sin embargo, sin las tareas anteriores
solucionadas, no podría realizarse ninguna tarea de un carácter directamente
socialista. Por otra parte, el marxismo-leninismo enseña que los partidos comunistas
y el proletariado progresista deben dirigir tanto la lucha directa por el
socialismo, así como la lucha por la democracia, por la independencia nacional,
etc.
La lucha por la democracia no se encuentra en oposición a la
lucha por el socialismo. Por el contrario, aproxima y facilita la victoria de
la revolución socialista. Pero es innegable que en unas circunstancias en las
que las tareas de un carácter democrático general aparecen en el primer plano,
si los partidos comunistas no están siempre guiados por el principio de clase
de que la lucha por la democracia debe servir a la lucha por el socialismo y
que la primera debe estar sometida a la segunda, si no muestran atención por
unir los intereses del momento del movimiento con los intereses de su perspectiva,
con el objetivo final de la clase obrera: la realización del comunismo, se
crean entonces condiciones favorables para la nacimiento del oportunismo de
derecha, del revisionismo. De hecho, los revisionistas modernos reducen toda la
lucha por el socialismo a la lucha por la democracia dentro de los límites por
la legalidad burguesa y las constituciones, convirtiéndose así en esclavos de
la democracia burguesa que incluso los revisionistas que se encuentran en el
poder tratan de imitar.
Nos parece que estas son las condiciones históricas más
generales que favorecieron el nacimiento del revisionismo moderno. No vamos a
insistir aquí en las causas objetivas y subjetivas concretas de este fenómeno
retrógrado, ni en la relación entre ellas. Nuestro Partido, en muchos de sus
documentos y materiales importantes, y el camarada Enver Hoxha, en una serie de
discursos y escritos de importancia histórica, han analizado esta cuestión de
una manera científica y han sacado conclusiones revolucionarias de lo que ocurrió
en la Unión Soviética y en los otros lugares. Y nuestro Partido considera que
es absolutamente necesario el conocimiento profundo de las condiciones
históricas y de las causas que dieron lugar al revisionismo para poder así
evitar en el futuro eso que ocurrió en nuestros días en una serie de antiguos
países socialistas, porque, en el análisis final, el ascenso del revisionismo
no es una inevitabilidad fatal. Naturalmente, las causas del ascenso del
revisionismo están basadas en la realidad objetiva. Sin embargo, como un
fenómeno retrogrado el revisionismo no puede representar una ley objetiva, como
los ideólogos burgueses tratan de presentar el problema, sino sólo un retroceso
temporal en el proceso del desarrollo de la revolución socialista mundial. Como
tal, no es necesario que surja inevitablemente en cada país por separado. El
hecho que hasta el momento el revisionismo no haya sido capaz de pasar en
Albania, en China y en varios otros partidos comunistas y que en la lucha con
él se han creado decenas de nuevos partidos marxista-leninistas, es la prueba
más convincente que el revisionismo es una posibilidad, un peligro, que, si es
reconocido y si son cortadas las raíces que lo nutren, puede ser evitado y
derrotado. Para esto el factor subjetivo desempeña un rol decisivo, y en primer
lugar, la posición del partido comunista. Cuando el partido reconoce y aplica
las leyes objetivas de la sociedad, sigue una línea marxista-leninista
correcta, tiene como su base ideológica la teoría marxista-leninista y educa a
sus miembros, la clase obrera y todas las masas con ella, desarrolla la lucha
de clases consecuentemente y sin interrupción, aplica las normas
Leninistas en
la vida interna del partido, conserva sus filas puras, fortalece continuamente
sus vínculos con las masas, trabaja para el revolucionarización del partido y
toda la vida del país, agudiza la vigilancia revolucionaria de cada comunista y
obrero, se evita el peligro del nacimiento del revisionismo.
Notas
[1] V. I. Lenin (1908): Marxismo y revisionismo.
[2] J. V. Stalin (1925): Sobre el Partido Comunista de
Checoslovaquia
Fragmento de “About some actual problems of the struggle
against modern revisionism”.
Traducido por Tiempos Rojos.
poco analisis aqui de la base economica y la division del trabajo que posibilito que los revisionistas llegaran al poder, mas alla de conspiraciones o que los bolcheviques se "relajaran"
ResponderEliminarhttp://trotskistak.blogspot.com.es/2014/03/el-partido-comunista-debe-ser-si-un.html
ResponderEliminar¿GAR KOLETIBOA publica cuando le interesa posts de blogs marxista-leninistas, pero no va a explicar a sus lectores su paso del anti-maoismo al maoísmo? ¿Va a dejarlo pasar sin más cobardemente?
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