SEGUNDA SESIÓN: 12 de julio de 1996.
Córdoba, julio de 1996.
Queridos camaradas:
Sólo
disponemos de unas horas para esta carta. Esperamos que la escasez de
tiempo no impida la claridad de la exposición de nuestro informe.
En
primer lugar, un poco de cronología.
Como
sabéis por nuestro anterior envío (y único hasta la fecha) la
segunda reunión quedó establecida para el día 2 de mayo. No se
celebró. Los visitadores nos hicieron llegar el siguiente recado:
"Todo
sigue adelante, no podemos ir por dos razones: Kuadra está en Madrid
y aún no se ha producido el relevo de gobierno, por lo que el nuevo
equipo no está en funciones. Avisaremos pronto".
La
permanencia de Kuadra en Madrid se ha prolongado hasta que el 1 de
julio realizó su último juicio (de momento); las razones nos
parecieron válidas y los visitadores nos avisaron en su momento, por
lo que en cuanto los volvimos a ver no les dimos la bronca por este
motivo.
Como
por otra parte no faltaban razones para darles la bronca (como luego
relataremos) el viernes 12 de Julio, que es cuando se llevó a cabo
la segunda reunión, nos despachamos a gusto y les pusimos las pilas.
También
sabréis que alrededor del 13 de Junio saltó la noticia en la Cope y
en algún periódico andaluz. En medio de mucha intoxicación, se
hablaba de "negociaciones", de que habíamos sido visitados
por "dos miembros del CESID".
El
día 14 los visitadores nos hicieron llegar otro recado: "No
somos responsables de la filtración. Todo sigue igual. Nos pondremos
en contacto pronto".
Pensamos
entonces que decidirían trasladarnos de cárcel, aunque el mismo
hecho de estar los tres juntos (más los camaradas de la lista que
les habíamos proporcionado) "cantaba" por sí solo en
cualquier lugar al que nos llevaran y por más traslados que
hicieran.
Aun
así, el traslado se produjo. El 25 de Junio llevaron a Hierro a
Navalcarnero. El 2 de Julio salió Brotóns para el mismo sitio,
aunque al llegar a Valdemoro recibieron la orden de la Dirección
General de Instituciones Penitenciarias de suspender la conducción a
Navalcarnero y que Brotóns se quedara allí hasta nueva orden.
El
motivo de esta interrupción (y de la inmediata llegada de Hierro a
Valdemoro) parece ser la gran bronca que se montó en Navalcarnero a
la llegada de Hierro:
le
metieron en el búnker, en unas condiciones verdaderamente
infrahumanas; Hierro reaccionó de la única manera que cabía
hacerlo, se montó una buena.
Al
poco tiempo le pasaron a un módulo normal y en condiciones
aceptables, pero los visitadores debieron pensar que aquel sitio
estaba ya quemado y decidieron enviarle a Valdemoro (donde estaban
Kuadra y Brotóns) y visitarnos allí, cosa que hicieron el viernes
12 de Julio.
Las
condiciones en esta cárcel tampoco eran favorables para una estancia
tranquila. Las conducciones habían sido de las de estar siempre al
borde del follón y de la paliza, llegamos cargados de partes y
decidimos que había que cargar las tintas en este aspecto: no se
puede estar recibiendo palos por la mañana y sentarse tan
tranquilamente por la tarde con los jefes de los torturadores a
conversar plácidamente.
Por
esta razón y por el hecho de que muchos camaradas están también en
pésimas condiciones, así como para forzar a los visitadores a
definirse y a mostrar con hechos la buena voluntad que dicen tener,
decidimos que la reunión debía centrarse en un único punto:
establecer
las condiciones, el escenario adecuado para empezar a hablar en serio
y meternos en materia.
Estas
condiciones, que les planteamos al inicio de la reunión (tras
explicarles con toda la "vehemencia" de que somos capaces)
fueron, a grandes rasgos:
- Los trece de la lista, más nosotros tres, debíamos estar en la misma cárcel para elaborar el temario que debíamos discutir bajo las siguientes condiciones:
- Libertad total de movimientos dentro del módulo y condiciones materiales para podernos reunir con total libertad.
- Cese de la represión policial sobre amigos y familiares.
- Comunicaciones con amigos y familiares, tanto ordinarias como "vis a vis", sin más requisito que ir a la cárcel a vernos, es decir, sin tener que esperar un mes (como es habitual). Las comunicaciones con abogados deben ser con la ventanilla abierta.
- Nosotros marcamos el ritmo de las conversaciones, nosotros indicamos el momento a partir del cual ellos pueden venir. De esta forma podremos esperar a vuestras indicaciones antes de cada reunión.
- En caso de detenciones de gente nuestra, o de acciones de los Grupos, no se romperían las conversaciones, nos reuniríamos, veríamos los porqués y, caso de ser posible, se continuaría hablando. (Aquí torcieron el gesto, aunque ni en esto dieron una respuesta negativa; eso sí, dijeron que "el asunto era muy grave").
Parecían
venir dispuestos a aceptar este tipo de condiciones, y esa
disposición favorable se vio reforzada por la "vehemencia"
con la que les relatamos las condiciones en que nos tenían. Claro,
que tenían un "pero" referente al primer punto. Su
contrapropuesta en este aspecto era la siguiente (venían ya con ella
preparada): reunirían a cuatro de la lista en Sevilla (es decir, no
moverían a nadie de allí, pues ya hay en ella 4 camaradas), junto a
dos de nosotros tres. A otra cárcel andaluza llevarían a otros
cuatro de la lista con el tercero de nosotros, luego volverían a
reunirnos a los tres y hablaríamos con ellos.
También
insistieron en que les diéramos ya el temario, incluso que lo
discutiéramos en la mesa y luego fuéramos con los camaradas de la
lista.
Nos
cerramos en banda por los motivos por los que antes os hemos
expuesto: los 16 juntos, tiempo y condiciones para discutir,
analizar, elaborar el temario y llegar a la reunión con los
visitadores con una posición sólida y unánime.
Hay
otro motivo para el mantenimiento de nuestra exigencia, naturalmente,
y es el de que haya tiempo suficiente para que vosotros nos enviéis
vuestras directrices. Luego volvemos sobre este tema.
Ante
nuestra firmeza, ellos llegaron a decir que estábamos "dando un
portazo". Les contestamos que no, que las condiciones que
marcábamos eran las mínimas para garantizar la seriedad de las
negociaciones, que eran necesarias por muchos motivos (largo tiempo
sin ver a los camaradas, complejidad del asunto que
enfrentábamos, necesidad de participación de un amplio grupo de
camaradas en una decisión de importancia, nuestro interés en que
cada paso que se diera fuera firme y unánimemente aceptado...). La
única razón que los visitadores esgrimían para defender su
contrapropuesta es que juntar a los 16 "llamaría mucho la
atención, que saltaría de nuevo la liebre". Respondimos que la
liebre ya había saltado, que desde ese punto de vista lo mismo
llamaban la atención dos grupos que uno solo, que se podría
"explicar", si así lo querían, el juntarnos a 16 por
motivos estrictamente penitenciarios. En fin, que de portazo nada por
nuestra parte, que si esto se rompía sería a causa de su mala
disposición a pasar al terreno de los hechos y a su propia falta de
seriedad, por lo que hemos visto, en este tema.
Para
nosotros está claro que los visitadores no tienen autonomía para
"decidir sobre la marcha". Actúan según la lógica
militar; tienen unas órdenes, las cumplen y no se salen de ellas ni
un milímetro (a lo máximo que llegan es a "ampliar" de 4
a 5 el número de camaradas de la lista en cada cárcel). En ningún
momento
trataron de rebatir nuestros argumentos en favor de nuestra
propuesta, se limitaban a repetir su "argumento" de que 16
llamarían demasiado la atención.
Llegaron
a decir que no hacíamos ninguna concesión, que no nos movíamos de
nuestras primitivas posiciones. Les dijimos que eso no era cierto,
que el hecho de sentarnos a hablar con ellos y de buscar una
solución, pese a todo lo que nos habían hecho, y siguen haciendo a
las masas y al movimiento de resistencia, demostraba
nuestra buena disposición y que era una concesión que les hacíamos.
Comentaron
algo que nos sonó muy bien, pues muestra que nos van conociendo.
Dijeron "vosotros no hacéis concesiones porque nunca firmaréis
nada que vaya en contra de vuestros principios".
Plantearon
que ya que las conversaciones en la cárcel resultan tan difíciles,
les dijéramos si había posibilidades de que se reanudaran en la
calle. Les contestamos que no, que el Partido nos había designado
como los negociadores y que así seguiría la cosa. En esto nos
mostramos inflexibles, teniendo en cuenta que esta gente estará
buscando vías para que la pasma llegue a vosotros.
Antes
de tocar este asunto de los 16, habían dicho que las conversaciones
se reanudarían en septiembre. Fue entonces cuando dijeron lo de los
dos grupos de 4, que estarían reunidos por lo menos durante Julio y
Agosto.
La
reunión terminó, por tanto, sin acercamiento en las posiciones.
Ellos hablando de "portazo" por nuestra parte y nosotros
insistiendo en que si se rompían por la discrepancia
sobre este punto, dada la pobreza de su argumentación, la
responsabilidad era suya. Luego, comentando la sesión entre nosotros
coincidimos en que volverían, no sabíamos si en un par de días o
después de algo más de tiempo, pero que volverían.
Las
razones son las siguientes:
creemos
que tienen necesidad de abordar ahora el asunto. Primero, porque la
corrupción ha alcanzado a todas las instancias del Estado (Partidos,
judicatura, Gobierno central, autonómicos, hasta la propia
monarquía): necesitan un lavado de cara.
Segundo,
porque han fracasado todas sus medidas contra el movimiento de
resistencia: en la guerra sucia, la tortura, el asesinato de Estado,
la dispersión. No se creen ya eso de la "solución
parcial". Los tribunales especiales y la ley antiterrorista
misma son ya puestas en cuestión por sectores del Estado como
ineficaces. Se plantean incrementar la represión o "cambiar
algo".
Tercero,
porque tienen a tres generalitos en el banquillo de los acusados y a
toda la cúpula del Ministerio del Interior (y a González y otros en
espera de ello): necesitan dar solución a este problema.
Y
cuarto, porque saben que el ataque a las conquistas sociales de la
clase obrera, que se ven obligados a hacer por la crisis económica y
las condiciones de Maastrich, puede provocar un estallido. Desde
luego, no quieren que
ese movimiento espontáneo se ligue a un movimiento de resistencia
organizado, dando leña en la calle y señalando el camino.
Bien,
seguiremos con el último capítulo.
Los
visitadores buscaron a nuestro abogado durante el fin de semana sin
encontrarle (recordar que la reunión fue el viernes por la mañana).
El lunes le dijeron que los tres seríamos trasladados a Córdoba (ya
estamos aquí). Parece, por tanto, que sus jefes les han dicho
que de portazo, nada. No han dicho, por lo que sabemos, que aceptan
nuestra propuesta y nos van a reunir a los 16, pero el hecho de
traernos a esta cárcel a los tres sólo puede querer decir que, por
lo menos, están pensándoselo.
Repetimos
que nuestra opinión es que van a continuar con este negocio y que, o
aceptan lo que les exigimos, o pronto nos plantearán una nueva
contrapropuesta. Queremos, por tanto, ir preparando ese temario que
con tanto interés nos
piden. Y si mientras tanto van trayendo a los camaradas, ir
discutiendo con ellos sobre este asunto.
Por
supuesto que lo que nos hace más falta es vuestra opinión. Sólo
tenemos algunas frases muy vagas (y en algunos casos contradictorias)
de lo que vosotros pensáis. Ello nos hace pensar que incluso esos
comentarios no nos han sido transmitidos con la exactitud y el rigor
que el caso requiere. Necesitamos que nos
enviéis una carta explicándonos lo más concretamente que se pueda:
Nuestro
papel en todo el proceso.
El
marco en el que nos tenemos que desenvolver, los límites a los que
nos tenemos que ajustar.
El
temario a tratar con esta gente, concretamente todo lo que podáis en
cuanto a exigencias concretas, incluyendo los plazos. Nos referimos a
los preacuerdos de Herrera 83, actualizándolos si lo veis necesario
(libertad de los presos políticos, actividad legalizada/tolerada del
Partido, mejoras en las condiciones de vida de las masas, garantías).
Otra
cosa que necesitamos es que nos llegue todo lo que se publique en la
prensa sobre estos temas. No tenemos ni un periódico, ni una
revista. Pasamos la mayor parte del tiempo (hasta ahora) en
aislamiento y sin ninguna noticia de la calle (sólo esta semana nos
hemos enterado
de los artículos de El Mundo e Interviú sobre el tema. Sabemos que
han sido publicadas más cosas, pero no las conocemos). Hemos
intentado repetidamente solucionar este problema, pero hasta el
momento ha sido imposible. Quizás la solución pase porque vosotros
responsabilicéis a alguien serio que nos surta de
ese material imprescindible.
En
la prensa están insistiendo en tres cuestiones que son falsas
absolutamente. Dicen que se negocia el fin de la lucha armada a
cambio de la reagrupación y salida de los enfermos, que se ha
planteado el tema de Cordón y que nos van a reunificar en una cárcel
próxima a Galicia.
Tanto
en el primer informe como en éste veréis que estos temas no han
sido ni mencionados. La cuestión de la lucha armada no tiene nada
que ver con la de los presos políticos, son niveles
diferentes y eso lo tienen claro los visitadores. Repetimos que los
temas abordados y alcance de ellos son exclusivamente los que os
hemos informado en nuestros dos envíos.
Mientras
recibimos el material que os pedimos, entre los tres estamos tratando
de avanzar tanto en el análisis de la situación como en el temario.
Si por fin nos traen a los de la lista, proseguiremos con ellos en
este trabajo. También intentaremos ganar el máximo tiempo posible
antes de darle el temario a
los visitadores y entrar en materia. Todo en espera de que recibamos
vuestro envío.
Como
os decíamos antes, los visitadores dijeron que en Septiembre
volverían; como aceptaron el que nosotros marcáramos el ritmo, esa
fecha puede ser atrasada. Pero se presenta un problema: Kuadra debe
ir a Madrid para proseguir sus juicios y suponemos que será el fin
de las vacaciones judiciales, en Septiembre. Puede
estar allí unos meses, como ha ocurrido desde Abril al 1 de Julio.
Por eso pensamos que debe haber un negociador suplente para proseguir
el trabajo aun sin el camarada. En caso de que os parezca acertado
esto, proponemos que ese papel lo juegue Sánchez Casas. Confirmarnos
esto, o decirnos quién ha de sustituir temporalmente a Kuadra si se
va a juicio.
Para
no paralizar todo, en caso de no recibir nada vuestro sobre este
asunto, Vargas haría el trabajo; si después llega otra designación
por vuestra parte, con cambiarle de nuevo todo arreglado.
Entended
también nuestra insistencia en que enviéis directrices lo más
concretas posibles, así como el temario a tratar con los visitantes.
Nos hace falta, aunque os aseguramos que nos estamos esforzando en
avanzar a la espera de recibir lo vuestro. Por supuesto, que no
podremos contar con que antes de cada reunión
vosotros nos enviéis el guión ni nada parecido. Las comunicaciones
son y serán dificultosas y son una vía abierta permanentemente a la
acción de la policía, que seguro que está con todas las antenas
desplegadas.
A
partir de que recibamos lo que os hemos pedido, pensamos que lo
tendremos todo mucho más claro y podremos defendernos mejor, por lo
menos hasta el momento de tomar decisiones concretas, cosa que es de
vuestra exclusiva incumbencia.
Y
nada más, camaradas. Un fuerte abrazo de estos pringaos y, sobre
todo, CUIDAROS.
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