Páginas

sábado, 29 de septiembre de 2012

Introducción de ''La lucha de clases en China'' de Bill Bland

enviado por anónimo a nuestro correo (garkolektiboa@gmail.com)


La lucha de clases en China
Análisis marxista-leninista de Mao Zedong, por W. B. Bland.
Traducción al castellano sobre la versión revisada de Londres, 1977.
(el archivo pdf del original en inglés se puede pedir a nuestro correo)


INTRODUCCIÓN: EL PROCESO REVOLUCIONARIO EN LOS PAÍSES DE TIPO COLONIAL

El objetivo de los marxistas-leninistas es liderar a la clase obrera en cada país para llevar a cabo revoluciones socialistas que establecerán sociedades socialistas, finalmente comunistas.

El proceso revolucionario diferirá algo en los diferentes países de acuerdo a las condiciones específicas que existan:

Las peculiaridades nacionales y las características específicamente nacionales en cada país particular deben ser tenidas en cuenta indefectiblemente…cuando se elaboren directrices que guíen al movimiento de la clase obrera del país en cuestión.”
(José V. Stalin: ‘Notas sobre temas de actualidad’ (Julio de 1927), en ‘Obras’, volumen 9; Moscú; 1954; p.337)

En consecuencia, el proceso revolucionario en los países capitalistas desarrollados diferirá del de los países de tipo colonial, esto es, países relativamente subdesarrollados que son dominados por una u otra Gran Potencia, que normalmente son hoy países imperialistas (i.e., capitalistas monopolistas).

Una revolución en un país de tipo colonial que ocasione una lucha de liberación nacional de ese país se denomina revolución nacional-democrática. Una revolución en cualquier país que ocasione la toma del poder por parte de la clase obrera se denomina revolución socialista.

El papel de la burguesía nacional

Un aspecto clave de la estructura de clases de un país de tipo colonial es que la clase capitalista nativa – siempre que esta exista- está formada por dos partes:

  • Primera, la clase capitalista compradora o la burguesía compradora, que tiene fuertes vínculos con la clase terrateniente y cuya explotación está basada principalmente en el comercio con el extranjero, haciéndola, como pasa con la clase terrateniente, dependiente de la Gran Potencia dominante y
  • Segunda, la clase capitalista nacional o la burguesía nacional, cuya explotación está basada principalmente en la propiedad de empresas industriales o comerciales y cuyo avance económico es retenido por la Gran Potencia dominante.
Stalin señaló en mayo de 1925 a los estudiantes de la Universidad Comunista de los Trabajadores del Oriente que la burguesía nacional en algunos países de tipo colonial:

Se escinde en dos partes: una parte revolucionaria (la pequeña burguesía), y otra conciliadora (la gran burguesía), de las cuales la primera continúa la lucha revolucionaria, mientras que la segunda forma un bloque con el imperialismo.”
(José V. Stalin: ‘Sobre las tareas políticas de la Universidad de los Pueblos del Oriente’ (mayo de 1925), en: ‘Obras’, volumen 7; Moscú; 1953; p.55) [se cambian las citas que da bill bland por las de marxists.org; el año de la edición, también]
 
En otras palabras, la burguesía nacional de un país de tipo colonial es una clase objetivamente a favor de la revolución nacional-democrática, pero objetivamente opuesta a la revolución socialista.

Se sigue que las fuerzas de clase que están objetivamente a favor de la revolución nacional-democrática son más amplias y fuertes que las que están objetivamente a favor de la revolución socialista.

La estrategia marxista-leninista para los procesos revolucionarios en los países de tipo colonial debe estar basada en esforzarse en movilizar al máximo número de fuerzas posibles tanto para la revolución nacional-democrática como para la revolución socialista:

b) el principio de que los Partidos Comunistas utilicen obligatoriamente en cada país la más pequeña posibilidad para asegurar al proletariado un aliado de masas, aunque sea temporal, vacilante, inestable y poco seguro;
(José V. Stalin: ‘Notas sobre temas de actualidad’ (julio de 1927), en: ‘Obras’, Volumen 9; Moscú; 1953; p.114)

Así, la estrategia marxista-leninista sobre los procesos revolucionarios en los países de tipo colonial es esforzarse para llevar a cabo el proceso en dos etapas: primero, la etapa de la revolución nacional-democrática y, segundo, la etapa de la revolución socialista. En la primera etapa, los marxistas-leninistas deben esforzarse en establecer una alianza entre ellos y la burguesía nacional, siempre y cuando esta clase siga siendo revolucionaria:

Con la cual (con la burguesía nacional, N.d.T.) son admisibles los pactos temporales sólo en el caso en que no oponga obstáculos a la organización revolucionaria de los obreros y campesinos y luche efectivamente contra el imperialismo.
(6º Congreso de la Internacional Comunista: Programa y Estatutos de la Internacional Comunista (1º septiembre de 1928), Moscú; 1928, p.76)

Dicho pacto, dicha alianza es temporal porque el objetivo de los marxistas-leninistas es ganar para la clase obrera el papel de liderazgo en el proceso revolucionario con el objetivo de dirigirlo, con las mínimas interrupciones, hacia la revolución socialista. Este liderazgo puede ganarse únicamente en lucha contra la burguesía nacional:

El proletariado apartará del camino a la burguesía nacional, consolidará su propia hegemonía y llevará tras de sí a las masas de millones de trabajadores de la ciudad y del campo, para vencer la resistencia de la burguesía nacional, conseguir el triunfo completo de la revolución democrático-burguesa y encauzarla después gradualmente hacia la revolución socialista, con todas las consecuencias que de esto se desprenden.
(José V. Stalin, ‘Problemas de la revolución china’ (abril de 1927), en ‘Obras’, Volumen 9; Moscú, 1953; p.75)

Cuando se haga claro que la clase obrera esté ganando el liderazgo de la revolución nacional-democrática, y por tanto logrando una posición para transformar dicha revolución en una revolución socialista, entonces la burguesía nacional desertará inevitablemente de la revolución y se pasará a la contrarrevolución; pues preferirá retener la explotación limitada bajo la dominación de tipo colonial a que aquella desaparezca bajo el socialismo. Esto es lo que ocurrió en China con el golpe de Chiang Kai-Shek en abril de 1927:

En el primer período de la revolución china […] la burguesía nacional (no los compradores) estaba al lado de la revolución. […] El golpe de Chiang Kai-Shek indica que la burguesía nacional ha abandonado la revolución, que ha nacido un centro de la contrarrevolución nacional y se ha cerrado el trato de los kuomintanistas de derecha con el imperialismo, contra la revolución china.
(José V. Stalin, ‘Problemas de la revolución china’ (abril de 1927), en ‘Obras’, Volumen 9; Moscú, 1953; pps. 75-76)

No hay comentarios:

Publicar un comentario