11.- ¿Cuáles son los
objetivos fundamentales en general, del movimiento en esta etapa?
Tener un grupo armado, lo
mejor preparado y pertrechado posible, probado en la acción. Tener buenas relaciones
con todos los movimientos populares que apoyan esta clase de luchas. Crear órganos de
propaganda destinados a radicalizar las luchas y crear conciencia. Tener un eficiente aparato
de captación de militantes con posibilidades de formación teórica
y grupos dentro del movimiento de masas que cumplan las funciones antes mencionadas.
12.- La importancia que le
da el movimiento a la preparación para la lucha armada, ¿implica la
afirmación de que un combatiente no se puede improvisar?
La lucha armada es un
hecho técnico que requiere, pues, conocimientos técnicos,
entrenamiento, práctica, materiales y psicología de combatiente. La
Improvisación en este terreno, se paga
onerosamente en vidas y fracasos. El espontaneísmo que propician los
que hablan vagamente de la "revolución que hará el pueblo" o "las masas", o
es mera dilatoria o es librar a la improvisación, justamente, la
etapa culminante de la lucha de clases. Todo movimiento de
vanguardia, para conservar ese
carácter en el momento culminante de la lucha, debe intervenir en
ella y saber encauzar técnicamente la violencia popular contra la opresión, de modo que se
logre el objetivo con los menores sacrificios posibles.
13.- ¿Considera que los
partidos de Izquierda pueden cumplir esa preparación para la lucha
armada manteniendo un pequeño grupo de choque o de autodefensa?
Ningún partido cumple con
los principios revolucionarios que enuncia si no encara seriamente
esta preparación en toda la escala del Partido. De otra forma no se logra la máxima
eficiencia posible para enfrentar a la reacción en cada etapa, lo
cual puede resultar una negligencia fatal (cabe recordar a Brasil y Argentina), o el
desperdicio de una coyuntura revolucionaria.
No encarados para su fin
específico, los pequeños grupos armados partidistas pueden
transformarse en triste masa de maniobras políticas. Un mísero
ejemplo de recordar en tal
sentido, son los incidentes sucedidos en la manifestación del último
Primero de Mayo: grupos armados rebajados a la tarea de proteger el reparto de un
manifiesto donde se ataca a otros grupos de Izquierda y grupos
armados rebajados a la tarea de impedir que se repartan manifiestos.
14.- ¿Qué le parece que
podrían exigir los militantes de los aparatos armados partidistas a
sus respectivas direcciones?
Que su acción sea
dirigida solamente contra el enemigo de clase, contra el aparato
burgués y sus agentes. Ningún aparato armado puede cumplir su fin
específico si su dirección no reúne,
al menos, estos requisitos mínimos:
1) que sea consecuente y
demuestre con hechos su adhesión invariable al principio de la lucha
armada, dándole la importancia y los medios materiales necesarios para su preparación.
2) que ofrezca las
condiciones necesarias de seguridad y discreción para los militantes
que desarrollan tareas ilegales.
3) que por su amplitud y
correcta línea, tenga posibilidades —las más inmediatas
posibles—, de constituirse en dirección de masas proletarias.
15.- ¿No cree que un
aparato armado debe depender de un partido político?
Creo que todo aparato
armado debe formar parte de un aparato político de masas a
determinada altura del proceso revolucionario y en caso de que tal
aparato no exista debe contribuir
a crearlo. Esto no quiere decir que sea obligado, en el panorama
actual de la Izquierda, adscribirse a uno de los grupos políticos existentes o se deba
lanzar uno nuevo. Esto es perpetuar el mosaico o sumarse a él. Hay
que combatir la mezquina idea en boga de Partido, que lo identifica con una sede, reuniones,
un periódico y posiciones sobre todo lo que lo rodea. El conformismo
de espe¬rar que los otros Partidos de Izquierda se disuelvan ante sus andanadas
verbales, y sus bases y el pueblo en general vengan un día a él.
Esto es lo que se ha hecho durante 60 años en Uruguay, y el
resultado está a la vista. Hay que
partir de la realidad. Hay que reconocer que hay revolucionarios
auténticos en todos los Partidos de Izquierda, y muchos más que no están organizados.
Tomar estos elementos y grupos donde estén y unirlos, es una tarea
para la Izquierda en general, para el día en que los sectarismos queden atrás; cosa que no
depende de nosotros, pero mientras esto no suceda, la Revolución no
se puede detener a esperar. A cada revolucionario, a cada grupo revolucionario sólo
nos cabe un deber: prepararse para hacer la Revolución, Como dijo
Fidel en uno de sus últimos discursos: "... con Partido o sin Partido", La
Revolución no puede esperar.
16.- ¿Me puede detallar
la estrategia para la toma del poder en el Uruguay?
No, no puedo darle una
estrategia detallada. En cambio, puedo darle algunas líneas
generales estratégicas y esto mismo sujeto a modificaciones, con el cambio de circunstancias.
Es decir, líneas generales estratégicas válidas para el día, mes
y año en que se enuncian.
17.- ¿Por qué no puede
darme una estrategia detallada y definitiva?
Porque una estrategia se
va elaborando a partir de hechos reales básicos y la realidad
cambia, independientemente de nuestra voluntad. Comprenda que no es lo mismo una estrategia
basada en el hecho de un movimiento sindical fuerte y organizado, que
una basada en el hecho que ese movimiento haya sido desbaratado, para poner un ejemplo
ilustrativo.
18.- ¿Sobre qué hechos
reales básicos funda su organización las líneas estratégicas
generales en este período?
Para no citar más que
aquellos más importantes:
— La convicción de que
la crisis, lejos de irse superando, se ya profundizando día a día.
El país está fundido y un plan capitalista de desarrollo para aumentar la producción de
artículos exportables, en caso de que se pudiera aplicar, no dará
rendimiento sino muy menguado y dentro de varios años. Quiere decir que tenemos varios
años por delante donde el pueblo deberá seguir apretándose el
cinturón. Y con 500 millones de Deuda Externa no es previsible que vengan desde el extranjero
cuantiosos créditos capaces de devolverles su mediano standard de
vida a los sectores que lo han perdido. Este es un hecho concreto básico: habrá penuria
económica y descontento popular en los próximos años.
— Un segundo hecho
básico para una estrategia, es el alto grado de sindicalización de
los trabajadores del Uruguay. Si bien todos los gremios no tienen un alto grado de
combatividad —sea por su composición, sea por sus dirigentes— el
solo hecho de que prácticamente todos los servicios fundamentales
del Estado, la Banca, la
industria y el Comercio están organizados, constituye de por si un
hecho altamente positivo, sin parangón en América. La posibilidad de paralizar los servicios
del Estado ha creado y puede crear coyunturas muy interesantes desde
el punto de vista de la insurrección porque —para poner un ejemplo— no es lo
mismo atacar a un Estado en la plenitud de sus fuerzas, que a un
Estado semiparalizado por las huelgas. Otro factor estratégico a
tener en cuenta —éste negativo—, es el factor geográfico. No
tenemos lugares inexpugnables en el territorio como para instalar un foco guerrillero que
perdure, aunque tenemos lugares de difícil acceso en campaña. En
compensación tene¬mos una gran ciudad con más de 300 Kms cuadrados de edificios, que permite
el desa¬rrollo de la lucha urbana. Esto quiere decir que no podemos
copiar la estrategia de aquellos países que por sus condiciones geográficas pueden
instalar un foco guerrillero en las montañas, sierras o selvas con
posibilidades de estabilizarse. Por el contrario, tenemos que
elaborar una estrategia autóctona
adecuada a una realidad diferente a la de la mayoría de los países
de América.
Además, siempre para un
estudio estratégico debemos tener en cuenta las fuerzas de la
represión. Nuestras fuerzas armadas, de unos 12.000 hombres
precariamente armados y preparados,
constituyen uno de los aparatos represivos más débiles de América.
Otro factor estratégico
importante lo constituyen nuestros poderosos vecinos y los Estados
Unidos, siempre potencialmente dispuestos a intervenir contra cualquier revolución en
el continente. Y por fin, un factor estratégico fundamental es el
grado de preparación del grupo armado revolucionario.
19.- ¿De qué manera
incide el factor crisis y descontento popular en una estrategia?
En las condiciones
objetivas y subjetivas para la revolución. Es fundamental que la
mayoría de la población, aunque no esté para lanzarse a la
insurrección, por lo menos tampoco está
para hacerse matar por un régimen que la golpea. Esto, entre otras
cosas, reduce los cálculos estratégicos respecto a las fuerzas del enemigo,
prácticamente, a sus Fuerzas Armadas organizadas y posibilita un
clima favorable para las primeras medidas de un gobierno
revolucionario.
20.- ¿Y en cuanto a las
fuerzas represivas?
Deben ser evaluadas
teniendo en cuenta su grado de preparación para la lucha, sus medios
y su distribución en el país. En el interior hay una unidad militar (valor 200 hombres) cada
10.000 kms cuadrados aproximadamente, y una comisaría de policía
cada 1.000 kms cuadrados, aproximadamente. Las FF. AA. deben cubrir todos los objetivos
que pueden ser atacados por un movimiento insurreccional, con 12.000
hombres de las fuerzas armadas y 22.000 de la policía, de los cuales la mitad de
los primeros y 6.000 de los segundos están concentrados en la
capital. Dentro de la policía solamente cerca de un millar ha sido capacitado y pertrechado
para la lucha propiamente militar.
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