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sábado, 23 de junio de 2012

Biografía de Jose Antonio Etxebarrieta (segunda y última parte)

Los hermanos Etxebarrieta y la Vª Asamblea

En noviembre de 1966, Joxe Etxebarrieta, conducido por el «Qué hacer» de Lenin,prepara el informe conocido con el nombre de «Txatarra», en el que destaca su crítica al «sindicalismo» que percibe en las posiciones liquidacionistas de la Oficina Política de ETA, así como sus ideas sobre la organización como «vanguardia del proceso revolucionario». En el informe, Joxe Etxebarrieta destaca que «la vanguardia no debe limitarse a hacer aquello que el pueblo esté dispuesto a admitir en un momento dado, sino que debe ir por delante, marcando con audacia los sucesivos pasos» (*).

Sin embargo, Joxe Etxebarrieta, además de ser implacable contra las tesis «liquidacionistas» de Del Río e lturrioz, critica el planteamiento de «guerrilla tercermundista» presente en el trabajo titulado <

Militante y abogado de rehenes del franquismo

Terminados sus estudios de Derecho, Joxe instala su bufete en el piso de la familia de las Calzadas de Maiona, en Bilbo. Por aquél pequeño despacho, en el que destacaba el escritorio, la biblioteca y demás mobiliario en madera tallada que había pertencido a su padre, pasaron no pocos familiares de presos políticos y brillantes letrados, al objeto de consultar con el joven abogado.

Ya en marzo de 1968, Joxe Etxeebarrieta llevaba el caso de Xabier Bareño, miembro de la dirección de ETA, acusado de un atraco destinado a obtener fondos para la organización. Pese a que cada día aumentaban los detenidos -sobre todo a partir de la primavera de 1969, en la medida en que la represión franquista se acentuaba contra el Movimiento de Liberación Nacional Vasco y los sumarios se hacinaban en el despacho-, Joxe era impecable en la defensa. Jueces del TOP e incluso militares, presidentes de tribunales sumarísimos. llegaron a felicitarle por sus brillantes exposiciones en aquellas, como él mismo describiría, «rocambolescas farsas». Alabanzas a las que sabía responder con la puntual ironía que le caracterizaba.

A pesar de las amenazas parapoliciales, de un intento de asesinato -fue tiroteado a corta distancia por dos desconocidos en pleno Casco Viejo de Bilbo, saliendo ileso del atentado- y de la paliza a que fue objeto por parte de franquistas "Incontrolados" en el mismo portal de su casa, Joxe Etxebarrieta fue fiel a sus principios de militante y a las tareas de defensor de sus compañeros en los tribunales de la dictadura. Infatigable, seguía lo rastros de los presos políticos allá de Euskadi, allá en las prisiones de Soria, Segovia, Burgos,Ocaña,Carabanchel, Ventas, Puerto de Santa María,etc...Pero tambien tenía tiempo para dedicarlo a sus amigos. Su apretada agenda de trabajo aún le permitía ser un noctámbulo puntual en el Casco Viejo de Bilbo. Descansando Sus muletas en cualquier cafetería, mientras aspiraba profundas bocanadas, de su inseparable pipa, mantenía interminables conversaciones, oía música y satisfacía con su inherente agudo y buen humor a compañeros, artistas, camareros, amigos de una u otra sigla ... Pero la noche siempre era lo suficientemente eterna como para dedicada, ya en su domicilio, a repasar algún sumario, a leer novelas de ciencia ficción, simultaneadas con las novedades de los autores más proscritos del franquismo.

José Antonio Etxebarrieta ideológicamente se definía marxista-leninista, pero sólo ante los más íntimos. «No podía soportar las grandes definiciones en labios de pedantes que utilizaban altisonantes palabras de manual, mal digeridas, como emulando a los próceres del 68. No soportaba el uso de determinada ideologia para cargarse las aspiraciones legitimas del pueblo a la independencia, recuerda otro testigo de la trayectoria humana de Joxe. Efectivamente, el mayor de los hermanos Etxebarrieta fue un intelectual comprometido hasta el final consigo mismo y con su pueblo.

«Nadie puede decir nada malo de él, salvo los que están al otro lado de la barricada», señala un antiguo compañero. «En el proceso de Burgos de diciembre del 70, que conmovió a todo el mundo por las numerosas penas de muerte que pedían los militares para miembros de ETA, fue el defensor de Izko. Pero no sólo participó en calidad de defensor del principal acusado, en el que se centraba toda la prensa -continúa-, sino que fue uno de los que más dinamizó el proceso. Escribió en 48 horas un trabajo de casi 80 folios que, por cierto, está considerado como un gran texto juridico y también político».

El tres de abril de 1973, cuando la luz del alba apenas se podía percibir por la ventana de su despacho, Joxe Etxebarrieta dedicaba a la lucha, a la vida, su último ti pira. Su trayectoria de dirigente. teórico del MLNV, de abogado « en el famoso Proceso de Burgos de 1970, con ya elementos materializados en lá Historia del Pueblo Vasco.

(*)«Documentos», Vol. VII (Ed. Hordago ).

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